Esta obra es la continuación de la que iniciamos con "Cuba Canta y Baila: Discografía de la Música Cubana Vol.1 - 1898-1925". Editada en 1994, las fechas escogidas recogían desde las primeras grabaciones comerciales de música cubana hechas por medios acústicos, o sea, sin intervención de la electricidad, hasta las últimas hechas por este sistema en el otoño de 1925, en que comienzan las grabaciones eléctricas.
Nuestra obra registraba unas 3,800 grabaciones hechas en ese período, pero divididas en capítulos dedicados cada uno de ellos, a un Género en especial de la música cubana. Dentro de cada uno de dichos capítulos, se subdividía en intérpretes, como sucede en esta nueva Discografía que continúa la anterior.
Como los mismos intérpretes frecuentaban más de un género musical sobre todo de 1925 en adelante, no era práctico seguir el sistema de separar la música por géneros que habíamos usado, y que aquí descartamos.
Aquellos intérpretes que aparecían grabando en esta primera etapa y lo siguieron haciendo en la segunda, podrán encontrarlos por orden alfabético y completar su historia artística en esta nueva Discografía.
Esta Discografía no pretende ser exhaustiva del período y el tema tratado: pero sí creemos haber abarcado casi totalmente lo producido en Cuba o en el extranjero por artistas cubanos, y una parte bien representativa de lo producido por artistas no cubanos de música cubana, sobre todo en países como los Estados Unidos y México.
Nuestros objetivos han sido básicamente dos: Primero dar un testimonio de la presencia mundial de la música cubana a través de este largo período de 35 años. Esto permitirá a otros investigadores trabajos posteriores en que pueda compararse esa presencia e influencia con la producida después de 1960.
Las Discografías ortodoxas, se limitan a consignar los detalles de las grabaciones producidas en un período de tiempo determinado, por determinados artistas, o en determinados géneros, o en determinado país o región. Esta es mucho más ambiciosa, ya que parte de un determinado período de tiempo (1925 a 1960) pero consigna las grabaciones producidas por artistas cubanos y extranjeros, en todos los géneros musicales que haya cubierto la música cubana, o la no cubana grabada en Cuba; y cubre lo grabado en Cuba, y fuera de Cuba, de música cubana o por artistas cubanos. Su campo es por tanto, extensísimo.
Además, las discografías clásicas no contienen datos biográficos de los intérpretes, ni tampoco fotos, y en contadas ocasiones, sellos o portadas de discos, como sí contiene ésta.
En esa forma, es prácticamente una enciclopedia que cubre un período determinado del acontecer musical cubano. Y precisamente ese ha sido nuestro segundo objetivo, producir una obra de consulta para investigadores y escritores que quieran adentrarse en estudios particulares de algunas de las cientos de figuras discografiadas.
Hemos tratado de ceñirnos al objetivo puramente informativo, de dar datos; pero no hemos podido evitar en las notas biográficas en muchas ocasiones pasar juicio crítico sobre intérpretes y sus obras. Pero el lector puede ejercer su propio criterio, y no tomar en cuenta esos comentarios. Es su prerrogativa.
Hubo intérpretes de dentro y fuera de Cuba a los que no pudimos localizar para completar la información o para que revisaran la discografía que les correspondía; en otros casos, fueron contactados pero no contestaron, o lo hicieron después de estar la obra lista para impresión.
Lo mismo sucedió con las casas disqueras. Algunas ya no existen, y en otros casos sus producciones son reeditadas por otra empresa. Hemos tratado en cuanto a las reimpresiones en CD's incluir todas las que conocemos y existen en los archivos de la Fundación Musicalia. Como el proceso de reimpresión va en aumento, solicitamos la cooperación de las casas disqueras para que nos enviasen un ejemplar de aquellos CD's de sus respectivos catálogos susceptibles a ser incluídos en nuestra Discografía, para revisar y constatar su información para incluirlos. En algunos casos estas empresas respondieron positivamente, y en otros no. Lamentablemente, no podemos incluir esas versiones que no hemos tenido oportunidad de revisar.
De todas formas, una obra de esta magnitud siempre queda abierta a adiciones o suplementos que recojan errores y omisiones. Mucho agradeceríamos a los lectores que tengan información del paradero de algunos intérpretes, o correcciones y/o omisiones que señalar, que nos escribieran a:
Fundación Musicalia
Muchas gracias,
Cristóbal Díaz Ayala